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EPOC

Esta semana se ha celebrado el día mundial de la EPOC, por eso queremos compartir con vosotros este artículo que hemos extraído de la web del Canal Salut de la Generalitat donde nos habla de la enfermedad y de su prevención.

Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC): Bronquitis crónica / Enfisema pulmonar

La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (también conocida con sus siglas, EPOC) representa la cuarta causa de muerte en el mundo. En Cataluña es una de las causas más frecuentes de atención médica, especialmente en urgencias, por las agudizaciones que se sufren durante su evolución. Se calcula que el 9,2% de la población mayor de 40 años padece la enfermedad, y hay que destacar que, a diferencia de otros procesos crónicos, en esta enfermedad no ha habido un descenso de la mortalidad.


La enfermedad pulmonar obstructiva crónica se produce porque se inflaman los bronquios y se destruyen los tabiques de los alvéolos. Los alvéolos son unas pequeñas bolsas en contacto directo con los vasos sanguíneos, donde llega el aire que entra por los pulmones a través de unos conductos que se van bifurcando progresivamente (los bronquios). En los alveolos es donde se produce el intercambio de gases entre el medio exterior y el interior del organismo, es decir, es donde el oxígeno pasa a la sangre y elimina dióxido de carbono.


El resultado es una dificultad progresiva para respirar adecuadamente, lo que se traduce en ahogo al realizar las actividades de la vida diaria.


Tipo:


Hay dos tipos principales de enfermedad pulmonar obstructiva crónica:

Bronquitis crónica, definida por una tos prolongada con moco.

Enfisema, caracterizado por la destrucción de los pulmones con el tiempo.


Causas:

La causa más importante de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica es el consumo de tabaco. Más del 90% de los enfermos diagnosticados de esta enfermedad aún fuman o han fumado durante muchos años. La inhalación del humo produce inflamación de los bronquios y destrucción de los tabiques alveolares. Esto explica que los efectos sean sólo parcialmente reversibles (dado que hay un componente de destrucción y de inflamación crónica). Por ello, la función pulmonar perdida no se recupera. El humo del ambiente y algunas condiciones laborales también pueden causar la enfermedad.


Síntomas:

La mayoría de enfermos tienen tos (a la que en muchos casos no dan importancia y llaman '' tos del fumador ''). La tos se acompaña de producción de esputo más o menos blanquecino, pero que puede aumentar de volumen y cambiar de color cuando se producen agudizaciones de la sintomatología.


Poco a poco los enfermos experimentan ahogo cuando hacen actividad física y, progresivamente evitan hacer aquellas actividades que desencadenan este ahogo. La enfermedad pulmonar obstructiva crónica es la causa de la tendencia al sedentarismo de las personas que la padecen y, a la larga, se produce la llamada '' espiral del ahogo '': al tener ahogo no hacen actividad, al no hacer actividad se pierde forma física y, por tanto, el ahogo se presenta con actividades cada vez más simples. Esta '' espiral del ahogo '' llega a manifestarse en casos avanzados cuando se hacen las actividades básicas de la vida diaria: higiene personal, comida, vestirse ...


El deterioro de la función pulmonar es progresivo y, por tanto, el empeoramiento de los síntomas también lo es. A lo largo del año, muchas veces coincidiendo con infecciones respiratorias, los enfermos presentan agudizaciones de la sintomatología (más tos, más producción de esputo, más ahogo y, a veces, fiebre alta). Estas situaciones requieren tratamiento específico y, a veces, son la causa de un ingreso en el hospital.


Diagnóstico:

El diagnóstico de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica lo hace el médico teniendo en cuenta dos aspectos clave: una historia clínica plausible y la presencia de una obstrucción al flujo aéreo en una espirometría.


La espirometría es una prueba indolora para la que no se requieren condiciones especiales. Consiste en medir la cantidad de aire que una persona es capaz de expulsar del pulmón y con qué velocidad puede hacerlo.


Los flujos y volúmenes respiratorios más importantes que permite medir esta prueba son:

  • La capacidad vital forzada . Se trata del volumen de aire espirado tras hacer una inspiración máxima.

  • El volumen espiratorio en el primer segundo. Es el volumen de aire que se moviliza en el primer segundo de la espiración forzada tras una inspiración máxima. Normalmente, en el primer segundo sale el 80% del aire, pero en enfermos con enfermedad pulmonar obstructiva crónica esta cifra baja debido a los cambios producidos por la enfermedad.

La relación entre estos dos volúmenes permite estimar si existe una obstrucción al flujo aéreo. La espirometría permite detectarlo incluso en personas que casi no presentan síntomas.


En algunos casos se requieren pruebas más complejas y, a veces, hay que medir directamente la cantidad de oxígeno que existe la sangre mediante una extracción de sangre arterial (es lo que se llama una ''gasometría arterial'').


Tratamiento:

El abordaje terapéutico prevé el tratamiento farmacológico y el no farmacológico.

El hecho de que se hable de ''deterioro progresivo de la función pulmonar'' y de ''irreversibilidad del daño pulmonar'' no significa que la EPOC no tenga tratamiento.

Es una enfermedad prevenible y tratable, pero es crónica; por tanto, no tiene un tratamiento curativo. No se puede conseguir recuperar lo perdido pero se puede optimizar lo que aún se tiene.

El elemento clave del tratamiento es dejar de fumar.


Tratamiento farmacológico:

El fármacos ayudan a mejorar los síntomas de la enfermedad y la calidad de vida, a mantener la función pulmonar y reducir el número de agudizaciones:

  • Terapia inhalada (sprays): en función de la gravedad de la enfermedad pueden utilizarse los broncodilatadores, los anticolinérgicos y los antiinflamatorios. Los broncodilatadores pueden ayudar a alcanzar la máxima función pulmonar posible. Hay usarlos adecuadamente para que requieren un entrenamiento básico para conseguir los efectos terapéuticos esperados dado que se administran a través de inhalaciones.

  • En caso de exacerbación (más moco, más ahogo, fiebre, etc.) deberá tomar antibióticos y corticoides.

Tratamiento no farmacológico:


Vacunación:

En cuanto a la vacunación, hay que comprobar el estado vacunal del paciente y seguir las pautas recomendadas por el médico de cabecera. A los enfermos con enfermedad pulmonar obstructiva crónica, se les recomienda que se vacunen contra la gripe y contra el neumococo.


Prevención:

La capacidad adictiva de la nicotina es muy elevada, por lo que la mejor prevención es no empezar a fumar. Si se es fumador o fumadora, vale más dejar el tabaco lo antes posible.


Finalmente, el espacio libre de humo también es una manera de prevenir el impacto del humo del tabaco en las personas no fumadoras.”

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